¿Qué son los Estados Mentales de Riesgo?

Los Estados Mentales de Alto Riesgo (EMAR) son condiciones clínicas que indican una mayor probabilidad de que una persona desarrolle una enfermedad psiquiátrica en el futuro. Identificarlos a tiempo permite intervenir de forma temprana, lo que puede reducir o incluso prevenir la aparición de un trastorno. 

¿Cuáles son los signos de un estado mental de riesgo?

Los EMAR  pueden incluir síntomas atenuados o experiencias que la persona reconoce como inusuales, como por ejemplo:

• Escuchar voces o ruidos sin causa externa clara (pero con conciencia de que podrían no ser reales).
• Creencias extrañas o pensamientos paranoides leves (pero cuestionados por la persona).
• Mayor confusión, desconcentración o desconexión social.
• Cambios abruptos en el ánimo o en el rendimiento académico/laboral.
• Aislamiento, retraimiento, disminución del autocuidado
• ¿A quiénes afecta?

Suelen presentarse en adolescentes y jóvenes entre los 14 y 25 años, y más frecuentemente en personas con antecedentes familiares de psicosis o que han vivido situaciones de estrés intenso, trauma o consumo problemático de sustancias.

¿Por qué es importante detectarlos a tiempo?

Porque cuanto antes se intervenga, mejores serán los resultados. Las investigaciones muestran que intervenciones tempranas ayudan a mejorar la calidad de vida, el funcionamiento social y el bienestar emocional.

¿Qué tipo de ayuda existe?

Los EMAR no requieren necesariamente medicación. En cambio, las estrategias más efectivas suelen incluir:

• Psicoterapia cognitivo-conductual adaptada a jóvenes.
• Apoyo familiar y orientación sobre señales de alerta.
• Entrenamiento en habilidades sociales y manejo del estrés.
• Monitoreo clínico cercano por un equipo de salud mental.

 ¿Qué puedes hacer si tú o alguien cercano muestra estos signos?

• No lo minimices ni lo ignores.
• Acude a un centro de salud mental especializado.
• Habla con un profesional de confianza.

Los estados mentales de riesgo son una oportunidad. Detectar y tratar a tiempo puede marcar la diferencia entre una vida con limitaciones y una vida con autonomía, relaciones significativas y salud mental.